Dr. Luis Bertolotto, el vecino olvidado del Kilómetro 24.











El Dr. Luis Bertolotto al frente, sosteniendo una carpeta. Atrás el gobernador bonaerense Manuel Fresco 

 La elección de vivir en una quinta de ensueño

El Dr. Luis Bertolotto, uno de los vecinos más altruistas de las primeras décadas del siglo pasado, era propietario de extensas tierras tanto en Villa Ballester como en Rosario, provincia de Santa Fe.

Con una personalidad singular y un trato siempre amable y cordial, Bertolotto optó por residir en su exuberante quinta ubicada en la intersección de las calles 9 de julio y Bernabé Márquez cuya tranquera permanecía siempre abierta para aquellos que deseaban disfrutar de un día agradable en medio de la naturaleza.

 Su quinta en aquellos años 30 era la más destacada, no solo por su extensión, que parecía interminable, sino también por la excelente vista panorámica.  Con la diversidad de árboles, plantas y flores distribuidas con tan buen gusto, que nada tenía que envidiarle a los mejores paisajitas de la época.

En verde la quinta del Dr. Luis Bertolotto en la década del '30. Hoy un tanto reducido, el lugar es conocido como "Barrio parque Suhr Horeis"

  Bertolotto recibía a los visitantes junto a su hija, y eran tan buenos anfitriones que muchas veces participaban en la organización de los lugares de reunión, juegos y campamentos. También tenían la costumbre de despedir personalmente a cada uno de los invitados como forma de agradecer su visita.

Fueron numerosas las instituciones de Villa Ballester que eligieron ese lugar, siendo la debilidad del Dr. Bertolotto los Boy Scouts Argentinos de Villa Ballester, quienes realizaron excursiones allí en varias ocasiones, especialmente en la década del '30, acampando en los años 1934 y 1935.

Por su parte, la Reverenda Madre Superiora del Colegio Santa Ana, la Srta. Ana Luisa Piatti, era una persona muy estimada por Bertolotto. Con mucho gusto, accedió a su solicitud de celebrar el fin del año lectivo en su quinta, recibiendo al alumnado el 5 de enero de 1937 para que disfrutara de una excursión campestre.  

En color celeste resaltadas las propiedades del Dr. Luis Bertolotto en los primeros años de la década 1930.  Ya había vendido al Sr. Julio Figueroa las tierras que luego serán de La Cía Argentina de Villa Ballester y el Balneario de Marimón. 

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